Extracto del libro "sobre los deberes" de Cicerón

Cicerón- fragmentos escogidos

Selección realizada por Miguel Angel Padilla

MARCO TULIO CICERÓN.

Aunque el interés de Cicerón por la filosofía comenzó en su juventud la mayor parte de sus obras filosóficas las escribió en sus últimos años cuando, marginado de la actividad política y golpeado con dureza por los avatares de la vida buscó en la reflexión filosófica un consuelo y en redacción de sus textos la oportunidad de seguir aportando lo mejor de sí a su querida Roma. De hecho aunque su pensamiento no es demasiado original, y el tampoco lo pretende, si tuvo un mérito muy especial: ser el principal introductor y divulgador de la filosofía griega en Roma. Su carácter ecléctico le llevó a buscar en sus obras lo mejor de las diversas doctrinas, estoicismo, epicureismo, platonismo..., cuyos postulados respectivos exponía en formas de diálogos entre diversos personajes, buscando siempre los puntos de coincidencia y cuando esto no era posible dejaba siempre abierta una cierta duda sobre las discrepancias. Esto era en definitiva una posición muy pragmática y por tanto muy romana, que por otra parte conducía a una saludable tolerancia y antidogmatismo.

La vida de Cicerón (106-43 a. C.) se desarrolla en el convulso siglo final de la Republica Romana con sus tremendos conflictos sociales y políticos, que culminarían en tres guerras civiles y finalmente en la instauración del Principado (el Imperio) por Augusto. En estos acontecimientos Cicerón jugó un papel destacado durante algunos años, defendiendo siempre la legalidad republicana y el papel del Senado frente al creciente poder de los caudillos militares. Esta actitud finalmente le costaría la vida, siendo asesinado por los partidarios de Marco Antonio, al que se había enfrentado duramente en el Senado desde la muerte de César, en diciembre del 43 tras el acuerdo entre los miembros del segundo triunvirato de concederse mutuamente la cabeza de sus enemigos políticos.

La vida de Marco Tulio Cicerón podríamos dividirla en tres fases: formación, carrera política y por último actividad literaria y filosófica. Miembro de una familia provincial del orden ecuestre (caballeros) estudió en Roma con los oradores Antonio y Lucio Craso y con los jurisconsultos de la familia Escévola, miembros del partido aristocrático, su posterior carrera política y judicial estuvo ligada siempre a esta tendencia conservadora. El propio Cicerón nos cuenta que de niño memorizó las Doce Tablas, especie de constitución de la Republica establecida por los Decenviros a mediados del siglo V a C, de donde provendría no solo su profundo conocimiento de la tradición romana sino la apreciación del valor de las leyes por encima de los partidos y los intereses personales. De esos primeros años data también su descubrimiento de la Filosofía propiciado por los viajes a Roma de figuras destacadas de la Academia platónica como Filón de Larissa cuyas lecciones provocaron en el joven Marco Tulio “un maravilloso amor hacia la filosofía”. Después estudió varios años, prácticamente encerrado en casa, con el neopitagórico Diodotes, mientras pasaba le guerra civil entre Mario y Sila (87-82 a C). Hay que destacar también las clases recibidas en Roma del gran orador Molon de Rodas. Tras participar exitosamente en algunos pleitos continuó su formación pasando a Grecia poco después, donde estudió unos seis meses con Antíoco de Ascalón, jefe en aquel momento de la Academia platónica, y con el que “renové mi dedicación a la filosofía, nunca interrumpida, cultivada desde los comienzos de mi adolescencia y siempre en aumento”. La influencia platónica por tanto fue muy fuerte en la formación de Cicerón, pero aún en aquellos meses buscando ampliar al máximo su formación, y en sintonía con ese eclecticismo antes mencionado (que precisamente era una de las características de la Academia en aquellos años) asistió también a clases con Zenón, maestro epicúreo de la época. Su estancia en Atenas se completó con la iniciación en los Misterios de Eleusis. Por último se dirigió a Rodas donde volvió a escuchar a Molón y al principal filósofo estoico del momento: Posidonio de Apamea. Concluía así una magnífica y amplia formación con los mejores maestros de las diversas tendencias filosóficas. El profundo conocimiento que adquirió con ellos nos lo mostrará años mas tarde en sus escritos, pero en el año 77 Marco Tulio volvió a Roma para dedicarse a la política.

La participación en la vida política romana en aquella época estaba determinada por el llamado “cursus honorum”, la carrera de honores, que en realidad significaba un meritorio proceso de prueba y ascenso a través de todas las magistraturas, desde las mas humildes a las de mayor responsabilidad. Tan solo desempeñar correctamente la primera magistratura, cuestor, permitía presentarse a las elecciones para acceder a la segunda, edil, y así sucesivamente hasta el consulado. La carrera de Cicerón estuvo enmarcada entre las sucesivas magistraturas que fue desempeñando y algunos sonados procesos judiciales, como el juicio contra Verres por corrupción y abuso de poder en su gobierno de la provincia de Sicilia, o la defensa del anciano senador C. Rabirio acusado de alta traición por su implicación en un asesinato cometido 37 años atrás... Cuestor en el año 76, edil en el 69, pretor en el 66, alcanzó el consulado en el año 63 teniendo que hacer frente durante el a la conspiración de Catilina, frente a la cual actuó con gran rigor y cuyos famosos discursos contra conspirador constituyen quizá la cumbre de su arte oratoria. Estos fueron sus años de mayor éxito y prosperidad. Inclinado hacia el bando conservador y por tanto partidario de Pompeyo se vio sin embargo amenazado por los términos del pacto entre este y Cesar y Craso (primer triunvirato) y tuvo que apartarse de la vida pública, exiliándose.

Comienza entonces una última etapa, llena de dificultades materiales y dolorosas pérdidas personales, en la que apartado de la primera línea de la vida política (aunque en 51 a C todavía es nombrado procónsul de Cilicia) y duramente afectado la muerte de su primera esposa (...) y poco después de su única hija Tulia (año 45) Cicerón se vuelca en la redacción de sus obras sobre oratoria, teoría política y filosofía. Así en el 55 redactó un tratado sobre la elocuencia: De Oratore. Y poco después, en 52, dos tratados políticos: De Republica (Sobre el estado) y De Legibus (Sobre las leyes). Tras la derrota de Pompeyo y tener que someterse a la indulgencia de César y las muertes de esposa e hija Cicerón busca refugio en la filosofía escribiendo diversos tratados entre los que hay que destacar Tusculanae Disputationes (Las Tusculanas) en las que plantea la utilidad de la filosofía para soportar las dificultades de la vida, una consolación en las desgracias (Boecio se inspirara en ellas cinco siglos después). De natura deorum (Sobre la naturaleza de los dioses), en la que diversos personajes exponen las teorías epicúrea y estoica sobre la divinidad concluyendo Cicerón, que se declara académico, como mas convincente la estoica. Y también los tres tratados cuyos fragmentos presentamos a continuación: De officii (Sobre el deber) inspirado en Panecio y De senectute (Sobre la vejez) y De amicitia (Sobre la amistad).

La influencia de Cicerón en la implantación de la filosofía en Roma fue enorme , prolongándose hasta Boecio y San Agustín a comienzos de la edad media y manteniéndose hasta el Renacimiento. Voltaire, a mediados del siglo XVIII se declaraba admirado por los tratados morales de Cicerón, de los que afirmaba eran los mejores que conocía. Disfruta pues lector, tu también, de esta joya de la filosofía clásica.

La selección presente, extraída de su obra "sobre el deber", pretende mostrar el estilo de vida que el estoicismo romano infundía como fundamento del ciudadano comprometido con el bien común y con el desarrollo de lo mejor de sí mismo. Es la obra de Cicerón uno de los más completos tratados morales que nos ha legado la historia. Corresponde a cada uno de nosotros saber hallar la atemporalidad de sus escritos para reconstruir una visión luminosa del hombre.

SOBRE EL DEBER

“ De ninguna acción de la vida, ni en el ámbito público ni en el privado, ni en el foro ni en la casa, ya hagas algo tú solo, ya juntamente con otro, puede estar ausente el deber, y en su observación está puesta toda la honestidad de la vida, y en la negligencia toda la torpeza.”

“ Toda investigación sobre el deber es de dos clases: la una se refiere al bien supremo, la otra a las normas por las que puede regularse la conducta de la vida en todas sus manifestaciones.”

EL HOMBRE ..................

“ Entre el hombre y los demás animales hay esta gran diferencia, que estos se mueven solamente en cuanto los estimula su sentido, y se acomodan tan solo a lo que tienen delante de sí con muy poco sentimiento de lo pasado y de lo futuro. El hombre en cambio, está dotado de razón por lo que distingue los efectos, ve las causa de las cosas, prevé sus procesos y sus antecedentes compara sus semejanzas, enlaza íntimamente a lo presente lo futuro, ve todo el curso de la vida y prepara todo lo necesario para ella”

... Pero ante todo es propio del hombre la diligente investigación de la verdad.(.....) a esta ansia de ver se une un fuerte anhelo de independencia, de suerte que un alma bien formada, por naturaleza a nada se somete voluntariamente sino al que aconseja o enseña, o por utilidad al que está investido de autoridad justa y legítima...

... Es el único ser animado que percibe lo que es el orden, lo conveniente y la medida en los hechos y en las palabras. Así pues, de las cosas que se perciben por la vista no hay ningún otro animal que discierna la hermosura, la gracia y la preparación de las partes, y, pasando la naturaleza y la razón esta semejanza de los ojos al alma, piensa que debe conservar mucho más la hermosura, la constancia y el orden en los pensamientos y en las obras y procura no hacer nada indecoroso o inconstante, y en todas las opiniones y en los actos no pensar ni obrar nunca por capricho.”

LAS CUATRO VIRTUDES ....... FUENTE DEL DEBER.

“ Todo lo que es honesto surgen de una de estas cuatro virtudes: o bien consiste en el diligente y exacto conocimiento de la verdad (sabiduría); o en la defensa de la sociedad humana dando a cada uno lo suyo y observando la fidelidad de los contratos (justicia); o en la grandeza y rigor de un alma excelsa (fortaleza) o en el orden y medida en cuanto se hace y se dice (templanza)”.

“Toda la honestidad emana de cuatro fuentes, de las cuales la una es el conocimiento (Sabiduría), l segunda el sentimiento de la comunidad humana (justicia), la tercera la magnanimidad (fortaleza), la cuarta la inclinación hacia la moderación (templanza). Para elegir el deber es preciso muchas veces comparar estas virtudes entre sí.”

LA JUSTICIA .............................

“Como dice muy bien Platón, no nacemos únicamente para nosotros sino que parte de nuestro nacimiento lo exige la patria, parte los amigos(....) y los hombres mismos han nacido los unos para los otros, a fin de que puedan ayudarse recíprocamente”.

“ Debemos seguir a la naturaleza como guía, poniendo en común lo que puede ser útil a todos con el intercambio de servicios, dando y recibiendo, y hacer más íntima la sociedad de los hombre entre sí con nuestro ingenio, con nuestro trabajo y todos los medios de que dispongamos”.

“ El fundamento de la justicia es la fidelidad, es decir, la sinceridad de las promesas y los convenios y su pura observancia”.

“ Hay dos tipos de injusticia: el primero, de quien injuria a los otros, y el segundo, de aquellos que pudiendo, no defienden a los injuriados”.

“ Es un gran mal que de los espíritus mas eminentes y de los ingenios mas espléndidos suele adueñarse la ambición de los honores del mundo, del poder y de la gloria, razón por la cual hay que preverse contra estos impulsos”.

“Varias son las causas por las que los hombres faltan a la defensa de otros y abandonan ese deber: o no quieren buscarse enemistades, fatigas y gastos, o bien por negligencia, pereza o flojedad; a otros sus estudios predilectos o sus ocupaciones los atan de tal forma que consienten dejar abandonados a quienes debían defender”.

“ Hay también quienes por la dedicación excesiva a sus intereses privados, o por cierta animadversión hacia la gente, dicen que están empleados en sus cosas, y de esta forma en apariencia no hacen daño a nadie. Estos se ven libres de una injusticia pero caen en otra: abandonan la sociedad humana, a los que no prestan ni preocupaciones ni obras, ni dinero.”

“ No hay que cumplir las promesas que resulten nocivas a quienes se han prometido, o si producen mas perjuicio a quien las hizo que provecho a quienes fueron hechas.”

La venganza y el castigo tienen también sus límites, y quizás debamos satisfacernos con que el ofensor sienta pena de su acción, para que él no vuelva a hacer nada semejante, y todos los demás sean menos propensos a faltar.”

“ Habiendo dos medios para poner fin a una contienda, la negociación y la fuerza, el primero es propio de los hombres, el segundo de las bestias; habrá que remitir a éste último cuando no sea posible usar el primero.”

“ Hay que buscar siempre una paz segura, en que no se prepare ningún tipo de insidias.”

“ En los juramentos hay que pensar siempre cual es la intención de la promesa, no como suenan las palabras.”

“ No hay género de injusticia peor que la de quienes en el preciso momento en que están engañando, simulan ser hombres de bien.”

“ No hay una sociedad más noble y más firme que la que constituyen los hombres buenos, semejantes en las costumbres y unidos en íntima amistad.”

“ Amamos a nuestros padres, a nuestros hijos, a los parientes, a los amigos, pero solo la patria comprende a todos y cada uno de los que nos son querido; por ella, ¿qué hombre de bien dudará en lanzarse a la muerte para servirla?. Por lo cual resulta más detestable la crueldad de aquellos que con todo género de crímenes han depravado el seno de la Patria y están y estuvieron entregados a su destrucción.”

FORTALEZA .....................

“ Bien definen los estoicos la fortaleza al decir que es la virtud que lucha por la equidad. Nadie, por tanto, que haya conseguido fama de fuerte por medio de insidias y malicia ha logrado verdaderamente alabanza; porque nada que no sea justo puede ser honesto.”

“ Queramos pues que los hombres fuertes y magnánimos sean a un tiempo buenos y sinceros, amigos de la verdad, sin engaños ni falsía, virtudes que forman el principal ornamento de la justicia.”

“ A quien se empeña en sobresalir le veo difícil observar la equidad, condición principal de la justicia.”

“ Hemos de tener por hombres fuertes y magnánimos no a los que infieren la injuria, sino a los que la rechazan. La grandeza de alma verdadera y sabia juzga por la honestidad, que es propia especialmente de la humana naturaleza, está puesta en los hechos no en la fama.”

“ El alma verdaderamente fuerte y grande se reconoce por dos cualidades. La primera reside en el desprecio de las cosas externas; la segunda consiste en lanzarse a emprender obras que son ciertamente grandes y útiles, pero también difíciles y llenas de trabajo y peligros tanto para la vida como para muchas cosas que a ella se refieran.”

“ Esta fuerza moral se reconoce por dos señales: el tener por bueno únicamente lo que es honesto, y el verse libre de todo tipo de pasiones.”

“ Es necesario que el ánimo esté libre de toda perturbación tanto de la ambición y del temor, como de la tristeza, la alegría inmoderada y de la cólera, para gozar de la serena tranquilidad, que trae consigo la constancia y el sentimiento de nuestra dignidad.”

“...a estos hombres de estado les son tan necesarios, y posiblemente más que a los filósofos, l fortaleza y el desprecio de los bienes exteriores, de los que estoy blando con frecuencia, así como la tranquilidad de espíritu, y un ánimo sereno y no agitado de preocupaciones, puesto que no han estar ansiosos por el futuro y han de vivir con gravedad y firmeza.”

“ De poco sirven las armas fuera si no hay buen consejo dentro.”

“ Evidentemente la belleza moral que exigimos en el alma excelsa y magnífica es producto de las fuerzas del espíritu, no de las del cuerpo. Al cuerpo sin embargo hay que ejercitarlo y habituarlo a que obedezca a la reflexión y a la razón en el desempeño de las obligaciones y en la tolerancia de la fatiga. Pero esta honestidad que buscamos reside enteramente en la laboriosidad del espíritu y en el pensamiento, y en este orden no prestan menos utilidad los magistrados que gobiernan la República que los generales que conducen los ejércitos.”

“ La Sabiduría que logra resolver los conflictos por vía pacífica es más de apreciar que la misma valentía desplegada en la batalla; pero mucho cuidado con esto, no sea que se deje la guerra por evitar la lucha, más que por la consideración del bien común.”

“ También es propio de un buen ingenio prevenir con el pensamiento el futuro, determinar con anticipación qué puede suceder con una y otra parte, y lo que debe hacerse en cada uno de los casos, y no comportarse de modo que nos expongamos a tener que decir alguna vez: “no lo había pensado.”

“Aunque es verdad que nunca hay que evitar un peligro con la huida, de suerte que nos manifestemos tímidos y cobardes, también lo es que no debemos exponernos sin causa los peligros, porque sería la mayor locura que se puede cometer.”

“Debemos estar más dispuestos a exponer al peligro nuestros bienes que los del común, y manifestarnos más pronto a luchar por el honor y la gloria que por los bienes exteriores.”

“ En los pueblos libres donde todos tienen los mismos derechos hay que practicar la delicadeza y el dominio de sí mismos.”

“Toda represión y castigo deben aplicarse sin afrenta, no en satisfacciones y ventajas de quien castiga, sino para la utilidad del Estado.”

“Que el castigo sobre todo sea sin ira, porque quien castiga airado difícilmente guardará la moderación entre lo poco y lo demasiado.”

“ Debemos huir con todo empeño de la soberbia, del desprecio y de la arrogancia en los momentos en que todo nos resulta prósperamente y a pedir de boca.”

“... así los hombres desenfrenados por los favores de la fortuna y demasiado confiados en sí mismos conviene llevarlos, por así decirlo, a la visa de la razón y de la Filosofía para que adviertan la inconsistencia de las cosas humanas y la inestabilidad de la fortuna.”

TEMPLANZA. DECORO....................

“ Condimento y cierto ornato de la vida, la templanza y la moderación, así como la calma de todas las perturbaciones del ánimo y la justa medida en todas las cosas.” (Esto es lo que suele llamarse decoro)

“Deber de la justicia es no hacer daño a los hombres; de la consideración, el no causarles molestias. En esto se manifiesta especialmente del decoro.”

“Pero el deber que procede del decoro nos lleva ante todo a vivir en armonía con la naturaleza y a la observación de sus leyes. Si tomamos esta naturaleza por guía nunca nos alejaremos del recto camino y conseguiremos la natural perspicacia y agudeza de la mente, una conducta conforme a la convivencia civil, y fuerza y vigor de carácter.”

“ En todas nuestras obras hemos de evitar la temeridad y la negligencia, y no debe hacerse nada de lo que no pueda darse una razón aceptable. Esta es casi la definición del deber.”

Hay que aconsejar que los apetitos estén sometidos a la razón, que no se anticipen, ni la abandonen por pereza o dejadez, que permanezcan tranquilos y no muevan perturbación ajena. De esta forma brillará la constancia y la moderación en todo.”

“También en cuanto a las diversiones hemos de observar una cierta medida para no ser tampoco excesivos, y embebidos por el placer nos dejemos llevar a algún tipo de indecencia.”

“El alimento y el cuidado del cuerpo deben buscar la salud y las fuerzas, no el placer. Si queremos considerar la excelencia y la dignidad de la naturaleza humana, veremos la torpeza y la vergüenza que es desbordarse en la lujuria y vivir voluptuosa y muellemente, y por el contrario, que honesto es llevar una vida módica, temperante, austera y sobria.”

“Si es algo el decoro, no es otra cosa que la uniformidad de toda la vida (es sinónimo de coherencia) y de cada uno de los actos, que no puede conservarse sí, imitando la naturaleza de otros, se deja la propia.”

“Es propio de los adolescentes mostrar veneración a los ancianos y escoger entre los mejores y más experimentados para poyarse en su sabiduría y dirección, pues la inexperiencia de la adolescencia debe ser fundamentada y gobernada por la prudencia de los ancianos.

Esta edad, debe apartarse sobre todo de los placeres de los sentidos, y ejercitarse en los trabajos y en soportar todo lo que es molesto al cuerpo y al alma, para que puedan cumplir sus deberes de soldados y de ciudadanos con actividad vigorosa y perseverante. E, incluso, cuando quieran recrear su ánimo y darse alguna diversión, han de evitar la intemperancia y guardar el pudor y la decencia debida, cosa que les resultará más fácil si no se oponen a que asistan los ancianos esas reuniones.”

“Los ancianos por su parte deben disminuir los trabajos del cuerpo, para aumentar, si es posible, la laboriosidad de la mente, y esforzarse en ayudar cuanto puedan con la sensatez y la experiencia a los amigos, a los jóvenes y especialmente a la República. Deben los ancianos precaverse tanto como del desaliento y la inacción.

El lujo, vergonzoso en cualquier edad, en la vejez resulta ignominioso, y, si se añade el desenfreno de los placeres corporales, el mal resulta doble, porque la vejez se deshonra a sí misma y con su mal ejemplo hace a la juventud más desvergonzada e intemperante.”

“Habiendo dos géneros de hermosura, en el uno reside la gracia y en el otro la dignidad. El primero es más propio de la mujer; el segundo del hombre. Apártense, pues de nuestro exterior todo ornato no digno del hombre y cualquier vicio semejante en el gesto y en el movimiento.”

“En el andar es necesario guardarse de una lentitud blandengue, de forma que demos la impresión de carrozas de las procesiones,o por el contrario, cuando el tiempo nos apremia, vayamos tan deprisa que respiremos afanosamente, o se nos mude el color de la cara y se nos altere el semblante, pruebas evidentes de que falta gravedad de espíritu. Pero mucho más hay que esforzarse para que no se aparten de la naturaleza los sentimientos del alma, cosa que conseguiremos si tenemos precaución de no caer en emociones y desalientos y si mantenemos las almas atentas a la conservación del decoro.”

SOBRE EL ARTE DE CONVERSAR .............

“La conversación familiar, en la que tanto se distinguen los Socráticos, debe ser dulce y no obstinada; que rezume gracia y que bien hable no excluye a los demás, como si hubiera entrado en una propiedad privativamente suya, sino, como en las demás cosas, es conveniente tener en cuenta a los otros y dejarles también a ellos la parte que les corresponde.

Y vea ante todo que la conversación no manifieste algún inicio moral interior, que se advierte sobre todo cuando se habla con pasión de los ausentes para desprestigiarlos, ridiculizándolos ó censurándolos con malicia y ultraje.”

“Pongamos buen cuidado en que nuestros interlocutores adviertan que los respetamos y queremos (...). Pero aunque parezcamos áridos, esté lejos de nosotros la ira, porque bajo su influjo nada puede hacerse con justicia ni con ponderación.”

“Lo que se hace bajo el dominio de alguna pasión excluye toda coherencia y no merece la aprobación de quienes lo presencian.”

SOBRE LA PROPIA CASA ...........

“Hay que decir también como creemos que debe ser la morada de un hombre noble y principal. El fin primordial de una casa es la satisfacción de una necesidad, y, según esta, ha de conformar su disposición y hay que tener también en cuenta la comodidad y la dignidad.”

“No es el dueño quien debe rendirse honrado por la casa, sino la casa por su dueño.”

“Y en ellas hay que poner ciertamente moderación, guardando un término medio, y esta moderación hay que aplicarla también a todas las necesidades y lujos de la vida.”

SABIDURÍA........(Providencia).....

“ Toda la actividad mental y toda la contemplación del alma debería versar en torno a tomar una determinación sobre las cosas honestas y referentes a la vida cabal y feliz, o del estudio y conocimiento de la verdad”.

“La más excelsa de las virtudes es la Sabiduría..... La Sabiduría no es otra cosa que la ciencia de las cosas divinas y humanas, en que se contienen las relaciones recíprocas d los Dioses y de los hombres, y la sociedad de los hombres entre sí.”

“El conocimiento y la contemplación de la naturaleza serían en cierto modo defectuosos e imperfectos si no fueran acompañados de alguna acción.”

“¿Quién hay tan ávido de investigar y conocer las leyes del Universo que, estando embebido y contemplando asuntos dignísimos de conocimientos, si de pronto le dicen que la patria corre un grandísimo peligro, al que él puede prestar un rápido socorro, no deja y pospone toda investigación aunque crea que puede encontrar una a una las estrellas y medir la grandeza de la tierra?. Y esto mismo lo hará si sus padres o un amigo se ven en alguna necesidad o peligro.”

Por todo esto se entiende que a las ocupaciones de la ciencia hay que anteponer los deberes de la justicia, que pertenecen a la utilidad del género humano, que debe ser lo más sagrado para el hombre.”

“El tener facilidad de expresarse, si es presidido por la sabiduría, es mejor que el pensar aunque sea agudamente sin la elocuencia, porque el pensamiento revierte sobre sí mismo, pero la elocuencia se dirige a todos los que con quienes vivimos unidos por los vínculos de la sociedad.”

“La Unión y sociedad de los hombres precede al amor al conocimiento.”

“En la selección de los deberes han de primar los que son el fundamento de la sociedad humana. Realmente al conocimiento y a la prudencia seguirá siempre una acción bien pensada; por lo cual el obrar con reflexión es preferible a pensar con prudencia.”

“Nuestros primeros deberes se refieren a los Dioses inmortales; los segundos a la patria, los terceros a nuestros padres, y luego, en gradación, a los demás hombres.”

“ Los que se entregan con ardor a la consecución de la Sabiduría se llaman filósofos, y la filosofía, si queremos traducir exactamente la palabra, no es otra cosa mas que “del amor de la Sabiduría”. Y la Sabiduría, según definición de los antiguos filósofos, es la ciencia de las cosas divinas y humanas, y de las causas en que se fundaron.”

“Ahora tratemos de lo útil. El uso de la lengua, cometiendo un error, se desvió del recto camino y llegó insensiblemente a separar lo honesto de lo útil, y afirmó que había algo honesto que no era útil y algo útil que no era honesto; nada tan pernicioso como esta doctrina para el género humano.”

“Las ciudades no se hubieran podido edificar ni habitar sin la reunión de los hombres, y de ahí procede la ordenación de las leyes y de las costumbres, la equitativa distribución del derecho, y una vida bien regulada por normas constantes. Esto lo ha conseguido la mansedumbre de las almas y la consideración hacia los demás, y se logró que la vida estuviera más protegida y que, con un mutuo intercambio de nuestros haberes, no necesitáramos de nada.”

“La virtud en general se ejercita casi toda ella en estas tres formas de actividad:

Una descubriendo lo que hay de verdad y de sinceridad en cada cosa, qué es lo que le conviene, qué efectos produce y que causa procede.

La otra consiste en contener las turbaciones del alma, que los griegos llama “pazé y reducir a la obediencia de la razón los apetitos que ellos llaman "hormás"

Y la tercera trata con moderación y cortesía a aquello con quienes nos reunimos socialmente.”

“Mal van las cosas cuando lo que se debe alcanzar con buenos méritos se trata de conseguir con dinero.”

“De todas las cosas no hay ninguna más apta para guardar y conservar nuestro poder que ser amados y nada más contrario que el ser temidos.”

“El temor es mal guardián de un poder duradero; la benevolencia, en cambio, lo guarda durante toda la vida.”

“Los que quieren ser temidos temerán también ellos por necesidad a todos cuantos les temen.”

“No hay en realidad poder tan grande que dure mucho tiempo bajo la presión del miedo.”

“Mientras que el Imperio Romano mantenía su señorío con beneficios, no con injusticias, las guerras se emprendían o para defender a los socios o para mantener la supremacía: El Senado era el puerto y refugio de reyes, de pueblos y de naciones. Nuestros magistrados y generales se preciaban de conseguir los mayores elogios, protegiendo a los socios con justicia y fidelidad.

Así pues, aquello más que dominio podía llamarse patrocinio de todo el mundo. Este ordinario método de gobierno lo íbamos relajando poco a poco; pero después de la victoria de Sila, lo hemos abandonado enteramente. Se perdió todo sentimiento de justicia, después que se aplicó tal crueldad para con los ciudadanos.”

“Si no hubiéramos dejado impunes los crímenes de muchos, nunca habríamos llegado a que uno solo se arrogara tanta licencia.”

“La República, en realidad la hemos perdido enteramente y hemos venido a caer en estas desgracias por preferir que nos teman a que nos quieran y nos amen.”

“Con qué medios podemos conseguir más fácilmente el afecto deseado que se funda en el honor y la fidelidad.”

“La grande y verdadera gloria supone estas tres condiciones: que nos ame la multitud, que tenga confianza en nosotros y que con cierta admiración nos considere dignos de honor. Si se me pregunta sencilla y brevemente con qué medios se consiguen estas condiciones de la multitud, diré que con los mismos con que se consiguen de los particulares.”

“Veamos en primer lugar las normas de conseguir la benevolencia:...... Con la buena disposición para hacer el bien aunque no tengas muchos medios para ello. Se suscita grandemente el amor de la multitud con la fama y reputación de liberalidad, de beneficencia, de justicia, de fidelidad y de todas las virtudes que guardan relación con la suavidad de costumbres y la delicadeza.”

“La confianza de los hombres puede granjearse por dos medios: si sabemos ganarnos la fama de prudentes y al mismo tiempo de justos. Porque tenemos confianza en quienes creemos que son más inteligentes que nosotros o que preveen las cosas futuras y, cuando debe obrarse en los momentos críticos, pueden salir del paso y hallar una solución pronta y acertada. Esta es la que los hombres consideran una prudencia útil y verdadera.” (...) “La prudencia sin la justicia no sirve para obtener la confianza. Cuánto más versátil y astuto es uno, más odiado y sospechoso resulta, si no es considerado como un hombre honesto. Por lo cual la justicia unida a la inteligencia tendrá toda la fuerza que quiera para inspirar confianza. La justicia sin la prudencia tendrá mucha fuerza; la prudencia sin la justicia, ninguna.”

“La justicia es la única virtud por la que uno es llamado hombre bueno.... Porque no puede ser justo el que teme la muerte, el dolor, el destierro y la pobreza, o antepone todo lo contrario de esto a la equidad. Admiran (los hombres), sobre todo a quien no se deja llevar por el dinero; la persona en quien ven esto creen que ha resistido la prueba de fuego.”

“Decía muy bien Sócrates “que el camino más a mano y más corto para conseguir la gloria, era el que cada uno se esforzara en ser tal cual quería parecer”. Pero si alguno piensa que puede alcanzar un gloria estable, con una vana ostentación de méritos que no se tienen, fingiendo no solo las palabras sino también el rostro, yerra absolutamente. La verdadera gloria echa raíces y retoños; todas las cosas fingidas caen rápidamente como flores de un día; nada que sea falso puede ser durable.”

“Hay dos clases de discursos, uno de ellos es la conversación familiar; otro el lenguaje oratorio; no cabe duda de que la oratoria tiene más fuerza para conseguir la gloria (es lo que llamamos elocuencia), pero es increíble como concilian los ánimos la delicadeza y la afabilidad de la conversación.”

“Hablamos ahora de la beneficencia de la liberalidad. Virtud que puede ejercitarse de dos formas: porque a los necesitados se les puede ayudar con obras o con dinero. Esta segunda forma resulta más fácil, sobre todo a los ricos; pero la otra es más delicada, más amable y más digna de un hombre animoso e ilustre. Aunque en ambos existe el noble deseo de hacer el bien, sin embargo la una provee del arca y la otra del valor; la donación que se hace de la hacienda llega a agotar la misma fuente de la benignidad. Así, la beneficencia se aniquila a sí misma, y cuanto mayor sea el número de los que beneficias, tanto menor y liberal podrás ser con respecto a otras personas.

Quienes realizan obras benéficas con su valor y su ingenio, en primer lugar cuanto mayor sea el número de los beneficiados, tanto más cooperadores tendrán para hacer el bien, y luego, acostumbrados ya a la beneficencia, estarán más preparados y como más ejercitados, para merecer de muchos.”

“Conviene, por una parte, ser generoso cuando se da y, por otra, no mostrar dureza en reclamar lo que nos deben.”

“Yo por mi parte, prefiero un hombre que no tenga dinero, al dinero que no tenga un hombre (Temístocles).”

“La justicia es fundamento de una reputación y fama perpetua, y sin ella nada puede ser laudable

“Toda la filosofía, hijo mío,Cicerón, es rica y fructuosa, y ninguna de sus partes queda inculta ó estéril, pero en ellas no hay lugar más fértil y ubérrimo que el de los deberes, de donde se toman las normas de una vida coherente y honrosa.”

“Nunca podía estar en contradicción lo honesto con lo útil.”

“Los que no miden las cosas más que por el lucro y la utilidad y no quieren adquirir la preponderancia de la honestidad, suelen comparar lo honesto con lo que estiman serles útil, cosa que no hacen los hombres buenos.”

“Es perfectamente lícito y natural que cada uno se procure para sí, antes que para los otros, los medios necesarios para la vida; lo que la naturaleza no soporta es que nosotros incrementemos nuestra propia sustancia, nuestras riquezas y nuestro poderío con los despojos de los demás.

Y Esto es verdad, no solo la naturaleza, es decir, el derecho humano, sino también las leyes de los pueblos, que constituyen en las ciudades los Estados, establecen de una forma general que no es lícito causar daño a otro para beneficiarse a sí mismo.”

“La elevación y la grandeza de alma, e igualmente la oratoria, la justicia, la liberalidad, son mucho más conformes a la naturaleza que el placer, que la vida, que las riquezas, y es propio de un alma grande y elevada despreciar todo esto y tenerlo por nada n comparación con el bien común.”

“También es más conforme a la naturaleza echar sobre sí los mayores trabajos y molestias por la conservación y la ayuda, si es posible, de toda clase de personas, imitando a aquél famoso Hércules, a quién la opinión de los hombres en reconocimiento de sus beneficios colocó en el número de los Dioses.”

“Todos deben proponerse una sola cosa: que el bien particular de cada uno debe ser el mismo que el de todos. Si cada uno trata de llevárselo para sí, quedará detenida la sociedad humana.”

“Es conforme a la naturaleza el que nadie obre aprovechándose de la ignorancia ajena.”

“Supongamos que un hombre de bien tiene un poder tal que al conjuro del chasquido de sus dedos pueda insertar su nombre en el testamento de los ricos; no usará de este poder ni aunque tenga bien averiguado que nadie sospechará de ello jamás..... El varón justo, que consideramos hombre bueno, jamás quitará nada a nadie para apropiarse de ello. A quien esto parezca extraño confiese que ni siquiera sabe lo que quieren decir estas palabras: “hombre bueno”.”

“Lo que debe considerarse en un juramento no es lo que se debe temer, sino cual es la fuerza obligatoria; porque el juramento es una afirmación sagrada, y lo que has prometido solemnemente, poniendo a Dios por testigo, hay que mantenerlo, no precisamente pensando en la ira de los Dioses, que no la tienen, sino en la justicia y en la Fidelidad.”